Lizbeth Huamán creció en Santa Filomena, una comunidad minera artesanal en Ayacucho, Perú. En ese entonces, la minería era rudimentaria; y los ingresos, escasos. La economía familiar giraba en torno a la extracción de oro, y el trabajo infantil era parte del día a día: las mujeres, niñas y niños participaban en el pallaqueo (recolección manual de residuos de oro) y el quimbeleteo (procesamiento artesanal del mineral), mientras adolescentes cargaban sacos pesados sin protección ni condiciones adecuadas.
En 1998, las propias familias decidieron cambiar esta realidad. Con el acompañamiento del programa IPEC de la OIT, iniciaron un proceso de transformación integral: separaron las viviendas de las zonas de trabajo, formalizaron la minería artesanal, mejoraron la productividad y promovieron alternativas económicas para las mujeres, fortaleciendo así los ingresos familiares y apostando por la educación de niñas, niños y adolescentes.
Lizbeth fue testigo de ese cambio desde muy joven y, con el tiempo, se convirtió en una de sus protagonistas. Como madre y lideresa, fortaleció las organizaciones comunitarias, promovió servicios básicos y lideró estrategias para prevenir el retorno del trabajo infantil. Hoy es la primera mujer presidenta del directorio de SOTRAMI, una empresa formal que opera bajo estándares internacionales, sin trabajo infantil ni forzoso, y con comercio justo.
Santa Filomena demuestra que cuando se mejora la vida de las familias, el trabajo infantil desaparece. Su experiencia confirma que es posible erradicarlo si se abordan sus causas estructurales: pobreza, informalidad, falta de servicios y acceso limitado a una educación de calidad.
Este logro local ha trascendido su territorio y se refleja en toda la región. Desde el año 2000, América Latina y el Caribe ha logrado reducir en más del 50% el número de niñas y niños en situación de trabajo infantil; sin embargo, aún hay 7,3 millones, y el ritmo actual no es suficiente (OIT-UNICEF, 2025).
Por eso, la Iniciativa Regional América Latina y el Caribe Libre de Trabajo Infantil recoge historias como la de Santa Filomena, las convierte en conocimiento colectivo y las impulsa como herramientas para el diseño de políticas públicas sostenidas, intersectoriales y con visión de futuro. Así, la experiencia local de Lizbeth forma parte de una apuesta continental que sigue #ImpulsandoIniciativas en toda la región.
Santa Filomena no es una excepción: es la prueba de que, cuando la acción es colectiva y sostenida, el cambio es posible.
Conoce aquí el testimonio de Lizbeth: https://youtu.be/PmESc3ZnxeE
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