Trabajo infantil peligroso, obstáculo para una generación segura y saludable en América Latina y el Caribe

12 de junio de 2018

Campaña mundial contra el trabajo infantil 2018.

Este 2018, la OIT llama a conmemorar el Día Mundial contra el Trabajo Infantil bajo el lema “Generación segura y saludable” para recordarnos que, si bien hay avances en la lucha contra el trabajo infantil, de los 153 millones de niños, niñas y adolescentes del mundo que viven esta realidad, 73 millones necesitan una mayor y urgente atención, pues realizan trabajos peligrosos, exponiendo su salud, seguridad y hasta sus propias vidas en el presente, comprometiendo seriamente la posibilidad de su desarrollo y empleabilidad a futuro.

Los jóvenes presentan una tasa de lesiones profesionales 40% más alta que la de trabajadores adultos (de más de 24 años).

Fuente: OIT

Los niños, niñas y adolescentes en trabajo infantil peligroso laboran en campos, minas, fábricas e incluso en sus propios hogares, con o sin remuneración, durante extensas horas, expuestos a sustancias químicas tóxicas, herramientas peligrosas, lo que, sumado a su corta edad, inexperiencia laboral y poca capacidad para evaluar los riesgos y peligros de las actividades que realizan, les hace más vulnerables a lesiones, enfermedades y accidentes.

El impacto del trabajo peligroso se refleja en la vida de las personas menores de edad, que ven afectado su desarrollo físico, psicológico y socioeconómico; en su etapa juvenil y adulta, porque sus efectos limitan las posibilidades de acceder a trabajos seguros para llevar una vida digna junto a sus familias; en el en el desarrollo de las comunidades, los presupuestos de salud pública y en la productividad de la fuerza de trabajo futura.

60% (6,3 millones) de los niños, niñas y adolescentes que trabajan en América Latina y el Caribe realiza trabajo infantil peligroso.

Fuente: OIT

En América Latina y el Caribe, el trabajo infantil se concentra en el grupo de adolescentes entre 15 y 17 años. Si bien ellos y ellas suelen tener la edad mínima de admisión al empleo especificada en los países, en su mayoría están vinculados a actividades peligrosas, por su naturaleza o condición.

Por ello, para avanzar en el logro de la Meta 8.7 y poner fin al trabajo infantil en 2025, la región debe abordar el trabajo infantil peligroso como una prioridad y fortalecer las políticas públicas e intervenciones orientadas a restituir los derechos de los y las adolescentes que trabajan; a través de empleos protegidos; asegurando condiciones de salud y seguridad en el trabajo para que puedan desempeñar tareas para las que estén capacitados y cuenten con medidas de protección adecuadas y, cuando sea el caso, ofrecer alternativas de reconversión laboral que les permita a los y a las adolescentes desempeñar trabajos acordes con su edad y avanzar en una transición segura hacia el trabajo decente. 

Según un estudio de 2016, elaborado por FAO y la OIT, en la región, más del 39% de los niños, niñas y adolescentes ocupados en la agricultura trabaja en condiciones ambientales inadecuadas, y 15% tuvo algún problema de salud asociado a la actividad agrícola. 

Un campo peligroso…

El mayor porcentaje de trabajo infantil en la región se concentra en el sector rural, y en especial en actividades agrícolas (52%). Este sector considerado, junto a la minería y la construcción, como uno de los más peligrosos, involucra a los niños, niñas y adolescentes en las largas jornadas de trabajo, les expone a climas extremos y a la manipulación y uso de químicos y herramientas peligrosas. Además, es un sector especialmente difícil para el trabajo de la inspección del trabajo y la oferta de servicios de protección clave como educación de calidad, salud o créditos. 

Acumulando vulnerabilidades…

Los niños, niñas y adolescentes pasan por las denominadas “ventanas de vulnerabilidad”, períodos en los cuales su salud puede ser más afectada por la exposición a peligros relacionados con el trabajo, que pueden ser agravados por sus condiciones de vida, alimentación, educación, y determinados también por aspectos como el género, la pertenencia étnica, la composición familiar, la situación migratoria o condiciones de discapacidad. De acuerdo con un reciente estudio de la OIT, el tipo de trabajo o el lugar de trabajo pueden configurar más situaciones de riesgo que la propia naturaleza y características de los y las trabajadores más jóvenes.

Hacerle frente al trabajo infantil peligroso con urgencia…

Una de las principales acciones para poner fin al trabajo peligroso es determinar la lista de trabajos peligrosos prohibidos para niños, niñas y adolescentes en cada país y allí, donde ya se hayan acordado, mantenerlas actualizadas para reflejar las nuevas formas de producción y la estructura cambiante del mercado de trabajo que pueden afectar especialmente a las personas menores de edad por condiciones de informalidad, invisibilidad, inestabilidad e inseguridad.

Las listas de trabajos peligrosos deben realizar una evaluación de riesgos específicos para la seguridad y salud de los trabajadores más jóvenes, especialmente de los niños, niñas y adolescentes, y deben ser el resultado de un proceso de diálogo social y compromiso interinstitucional de actores clave, entre los que se cuentan las organizaciones de empleadores y de trabajadores, instituciones de la sociedad civil, la academia y los propios adolescentes y jóvenes que trabajan.

Asimismo, es clave mejorar las capacidades de los gobiernos, empleadores y de trabajadores, y fortalecer la investigación y compilación de datos en materia de trabajo infantil peligroso. Con esto, se entenderá mejor los distintos factores de riesgo y peligros vinculados a cada tipo de trabajo y se podrá generar respuestas más focalizadas y específicas para quienes se ven perjudicados por esta realidad.

Para todo esto, la campaña mundial contra el trabajo infantil 2018 reconoce el valor de la participación de los y las jóvenes como actores principales en la construcción de una fuerza laboral protegida, capacitada y empoderada para hoy, que permita alcanzar el mundo sostenible y justo que queremos.

En esta línea, todos y todas podemos unirnos a la campaña comprometiéndonos como jóvenes, empleadores, trabajadores y sociedad civil, a promover y exigir capacitaciones en seguridad y salud en el trabajo desde la etapa escolar y en los centros de trabajo para impulsar una cultura de protección a adolescentes trabajadores.

Descargue el informe técnico de la OIT “Hacia la eliminación urgente del trabajo infantil peligroso", aquí. También está disponible en inglés y francés.

Descargue los mensajes clave que unen la campaña del Día Mundial contra el Trabajo Infantil y el Día Mundial de la Seguridad y Salud en el Trabajo, aquí.

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